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El tratamiento farmacológico de una enfermedad mental que produce olvidos como posibles efectos secundarios, no justifica por sí mismo la incomparecencia a un reconocimiento médico de control de la IT previamente programada. Si no se acredita que se presentan en la persona trabajadora, la incomparecencia se considera injustificada lo que provoca la extinción del derecho a la prestación económica (TSJ Asturias 30-9-25, EDJ 726134).

En el caso de una trabajadora en situación de IT por trastorno de ansiedad generalizada, esta no acude al reconocimiento médico que tenía programado por la mutua. La mutua suspende entonces, de forma cautelar, la prestación de IT y solicita justificación de la inasistencia. Inicialmente la trabajadora justifica la incomparecencia por enfermedad de su hijo, que tenía fiebre, pero la mutua considera que tales alegaciones no justifican la incomparecencia y procede a extinguir la prestación. La trabajadora recurre alegando que la medicación prescrita para tratar su ansiedad e insomnio le provoca olvidos frecuentes y pérdida de memoria, adjuntando informe de su médico de cabecera donde se indica que la paciente recibe tratamiento farmacológico para los trastornos señalados y que refiere olvidos, posible efecto secundario que se describe en la ficha técnica de la medicación.

Se cuestiona si la incomparecencia a un reconocimiento médico programado por la mutua para el control de la IT está justificada si la persona alega olvidos derivados del tratamiento farmacológico prescrito para su enfermedad mental.

El TSJ considera que la enfermedad mental que sufre la trabajadora y su medicación no son por sí mismas justificativas de la incomparecencia. El informe médico que aporta del servicio de salud público, y que es posterior a la cita médica, no señala que la personación fuera desaconsejable a la situación clínica de la trabajadora y se limita a señalar «olvidos» en relación a la toma de medicación que aparecen descritos de forma general como posibles efectos secundarios, pero que no son confirmados en el caso de la paciente ya que no se acredita que presentara problemas de atención o memoria que le impidan recordar una cita médica previamente programada. En todo caso, los simples olvidos o faltas de cuidado no son causas suficientes cuando, además, pueden evitarse.