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El TS ha confirmado que imponer al trabajador la obligación de aportar un teléfono móvil con conexión de datos para desarrollar su trabajo supone un abuso de derecho empresarial, ya que quiebra con la ajenidad en los medios que caracteriza al contrato de trabajo. (TS 8-2-21, EDJ 505587).
En el caso en cuestión, la empresa, dedicada a la elaboración de productos cocinados para el reparto a domicilio, comunica a la representación de los trabajadores que va a implantar un nuevo sistema de trabajo dirigido a facilitar a los clientes el seguimiento de sus pedidos. Para ello, los empleados que realicen funciones de reparto deben aportar un teléfono con conexión a Internet de su propiedad y descargarse la aplicación informática de la empresa, que permite la geolocalización del dispositivo y del trabajador durante su jornada laboral. El responsable de activar y desactivar la aplicación al iniciar y concluir su turno de trabajo es el trabajador. La empresa se compromete a abonarles un importe fijo por jornada de trabajo. Además, incluye en las nuevas contrataciones y en los pactos novatorios una cláusula contractual según la cual, en caso de incumplimiento reiterado de estas condiciones, puede extinguir el contrato y suspenderlo durante un periodo de hasta 2 meses si, en caso de avería, el teléfono móvil no se repara en el plazo de 10 días.
El TS confirma la sentencia recurrida –AN 6-2-19, EDJ 507144– declarando la nulidad de proyecto, las obligaciones y las medidas disciplinarias previstas por la empresa, por considerar que vulneran el derecho a la privacidad de los trabajadores.
Además, confirma que las medidas se adoptaron sin cumplir las requisitos de información y consulta previa al comité de empresa (ET art.64.5.f). La empresa se limitó a informar de las medidas que pretendía adoptar pero sin detallar los datos personales que debía aportar el trabajador para acceder a la aplicación, o su tratamiento hasta que la aplicación ya se había puesto en marcha.
