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El TSJ Cantabria declara que, al igual que en ordenamiento penal, en el procedimiento laboral tampoco son válidas las pruebas obtenidas a través de detectives privados utilizando una falsa identidad o suplantándola ya que vulnera derechos fundamentales (TSJ Cantabria 25-6-21, EDJ 610223).

La trabajadora ha venido prestando sus servicios para la empresa, una clínica dental, como auxiliar de clínica hasta su despido disciplinario. En la carta de despido, la empresa alega que ha estado efectuando malos comentarios sobre la clínica, desaconsejando a pacientes acudir y derivándolos a otro especialista, lo que supone una trasgresión de la buena fe contractual calificada como muy grave. Los hechos han sido comprobados por la empresa a través de los servicios profesionales de un detective, simulando requerir una cita a través de una identidad falsa.

El TSJ recuerda que la doctrina del TS ha establecido que las pruebas obtenidas por el detective, en la que se provoca una actuación del trabajador y se utilizan procedimientos ilícitos o éticamente reprobables, vulneran el derecho a la dignidad del trabajador y a su libre y espontánea determinación, por lo que deben ser valoradas como ilegales. La utilización de detectives privados se ha venido aceptando como válida en general, pero siempre que se mantenga en los límites razonables de procedimiento y no se usen al servicio de una preconstitución de prueba.

Para el TSJ, en el supuesto enjuiciado no existe una conducta coactiva, pero la actuación de la trabajadora se produjo a través del fraude y la atribución de una falsa identidad, es decir, utilizando procedimientos ilícitos o éticamente reprobables.

Por todo ello, declara la nulidad de la prueba de detectives y, por tanto, la nulidad de actuaciones al momento anterior a la sentencia, para que se dicte un nueva omitiendo la transcripción de la conversación mantenida por el detective con la trabajadora.