La solución para expertos en gestión de personas
RRHH Digital ofrece algunas ideas para incorporar el deporte durante la jornada y expone los beneficios del ejercicio y la práctica deportiva en el entorno laboral, como: mejorar el bienestar del empleado, fomentar el trabajo en equipo y reducir el estrés, entre otros.
Es ampliamente conocido que hacer ejercicio es excelente para mantener una buena salud física ya que disminuye las probabilidades de padecer enfermedades, mejora la circulación y la resistencia, ayuda a dormir mejor y evita las malas posturas al fortalecer los músculos. Sin embargo, los beneficios reales del ejercicio van mucho más allá de los aspectos físicos, teniendo una incidencia tanto mental como laboral. Es por eso que en los últimos años se ha incidido mucho en incluir la práctica deportiva en el entorno laboral. Algunos de estos beneficios son:
1. Mejora el bienestar del empleado: participar en actividades deportivas ayuda en al estado de ánimo al liberar hormonas como endorfinas y dopaminas que elevan la motivación y generan una sensación de bienestar y euforia perdurables en el tiempo si van acompañada de una rutina semanal.
2. Fomenta el trabajo en equipo: los deportes promueven la colaboración y el trabajo y la cohesión de equipo. Las actividades deportivas requieren comunicación y coordinación, por lo que si quienes lo realizan forman parte del mismo departamento o empresa aumentará la cooperación a nivel general
3. Aumenta la energía y la productividad: el ejercicio físico incrementa los niveles de energía, lo que ayuda a los empleados a mantenerse más alerta y concentrados en sus tareas diarias. Esto puede resultar en una mayor eficiencia en el trabajo.
4. Reduce el estrés: el deporte es una excelente manera de liberar tensiones. Los empleados que practican deportes suelen manejar mejor el estrés, lo que contribuye a un ambiente laboral más relajado y armonioso.
5. Impulsa la creatividad y la resolución de problemas: las actividades físicas estimulan el cerebro y pueden mejorar las habilidades de resolución de problemas y la creatividad, aspectos clave para la innovación en el trabajo.
6. Mejora el ambiente laboral: La participación en deportes en el lugar de trabajo o en actividades relacionadas crea un sentido de comunidad y camaradería entre los empleados, fortaleciendo las relaciones interpersonales y creando un ambiente de trabajo más positivo.
CÓMO INCORPORAR EL DEPORTE EN LA JORNADA: ALGUNAS IDEAS
Ya hemos visto que añadir la práctica deportiva dentro de la jornada laboral tiene muchas ventajas. La dificultad está en encontrar la manera de hacerlo para que no se convierta en obligación y si en ilusión, expectativa y rutina.
Aquí te damos 5 ideas para que comiences a incentivar el deporte de forma sencilla y amena.
Si quieres que tus trabajadores hagan ejercicio no solo tienes que promocionarlo sino facilitar su actividad. Debes tener en cuenta también que cada persona tiene sus ritmos, por lo que tiene que ser lo suficiente variado y a la vez personalizado. Ante esta situación te recomendamos dos soluciones. La primera es que optes por una app móvil deportiva en la que tus empleados se puedan unir, crear rutinas y retos deportivos individuales y colectivos y lleve un registro de su actividad como Activy.
La segunda es llegar a un acuerdo con una entidad deportiva o construir espacios en tu organización para la práctica del deporte y habilitarla incluso durante las horas no laborales, así respetarás los niveles y ritmos de cada persona. Además, fomentarás que personas de distintos equipos, que de normal no se hubieron conocido, entablen relación creando nuevas sinergias de cooperación en la empresa.
También puedes destinar parte de la semana al ejercicio haciendo actividades temáticas. Por ejemplo, Lunes Activo, en el que se dedican 30 minutos a hacer alguna rutina de ejercicio por departamentos, o competencia de algún determinado deporte los martes.
Impúlsalo, pero permite que sean los propios trabajadores que decidan cuándo y cómo hacerlo.
Cuando las personas están obligadas a realizar una actividad, es común que tras las primeras veces acaben abandonando. Para mantener la constancia tienes que incluir elementos atractivos y uno es la gamificación. La gamificación es aplicar técnicas propias de los juegos en ámbitos que no lo son para convertir rutinas en experiencias agradables.
Un ejemplo de esto es el sistema de puntos al conseguir ciertos objetivos o competencias entre distintos equipos de las empresas. La gamificación no solo incentiva la participación, sino que permite que salgan a flote habilidades que estaban dormidas como el liderazgo, el pensamiento divergente o la capacidad de trabajar bajo presión.
Puedes crear eventos deportivos, pero si a ello le aúnas los valores de la empresa, los eventos ganaran fuerza y profundidad. Fomentar los valores creará un sentido de comunidad y compromiso por parte de los empleados con la misión y la visión de la empresa.
De hecho, si en tu cultura corporativa has incluido una estrategia ESG, puedes planificar eventos deportivos cuyos premios se destinen a causan sociales u ONG, algo que actualmente se valora mucho a nivel social. Por eso, no olvides alinearte con fechas importantes como el Octubre Rosa o Movember.
Por último, para apoyar el deporte entre los empleados puedes financiar el material para realizarlo. No tiene por qué ser el coste completo, sino un porcentaje o una parte del mismo. También existe la opción de hacerlo cuando el grupo que lo pide es de cierto tamaño. Así creas la noción que la salud y el bienestar de los empleados es un valor más de la empresa.
Combina esta financiación con causas que defiendas: si es la lucha por el medio ambiente y hay un equipo de ciclismo, compra bicicletas hechas de materiales reciclables.
Apoyar el deporte dentro de la empresa es mucho más fácil de lo que parece: con iniciativas sencillas y alineadas con la cultura corporativa conseguirás una plantilla llena de salud, motivada, productiva a la par que comprometida con la empresa y los cambios sociales. ¿Qué más se puede pedir?