La solución para expertos en gestión de personas
Con efectos del 5-7-2023, se declara la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. Esto conlleva no solo el fin del uso obligatorio de las mascarillas, sino también de las medidas excepcionales que debían adoptarse en los centros de trabajo para evitar la propagación del virus.
Expresamente, se indica el cese en la aplicación de las medidas contenidas en diversos capítulos de la L 2/2021, entre los que se encuentra el precepto que establecía la obligación de adoptar en los centros de trabajo las siguientes medidas, y sin perjuicio del resto de la normativa laboral y de PRL (L 2/2021 art.7):
Además, se establecía que no debían acudir al centro de trabajo las personas con síntomas compatibles con COVID-19 o en aislamiento domiciliario debido a un diagnóstico por COVID-19 o en periodo de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto estrecho con alguna persona con COVID-19. Igualmente, el inicio de síntomas compatibles con la enfermedad por parte de una persona trabajadora le obligaba a colocarse la mascarilla y seguir las recomendaciones del personal sanitario.
Para proteger a la población más vulnerable y mantener una cultura de la responsabilidad, se recomienda la utilización de las mascarillas y otras medidas higiénicas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria, así como en los centros sanitarios en determinados contextos y situaciones, en particular:
Además, en los centros residenciales de personas mayores y personas con discapacidad, aunque no se recomiende el uso universal de las mascarillas, se considera necesario tomar precauciones adicionales en caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes, cuidando en todo caso el bienestar de los mayores tanto a nivel físico como emocional.